¿Buscas algo?

24 de febrero de 2011

De tribus urbanas y esas cosas







    El tema del que voy hablar creo que es evidente. Lo he escogido me ha sido impuesto... bueno,venga, sugerido por mi querida novia y que espero que con esto se de por saludada, y la verdad es que me ha parecido un tema muy curioso e interesante sobre el que divagar un poquillo. El problema es lo de siempre, que da para "ríos de tinta", así que habrá que resumir lo máximo posible. 


    En primer lugar, ¿qué son las tribus urbanas?. Pues según nuestra querida Wikipedia, Una tribu urbana es un grupo de personas que se comporta de acuerdo a las ideologías de una subcultura, que se origina y se desarrolla en el ambiente de una ciudad. Por subcultura se entiende un grupo de personas con un conjunto distintivo de comportamientos y creencias que les diferencia de la cultura dominante de la que forman parte. En otras palabras... borregos.


    ¡Tócate los huevos con las tribus urbanas! Parece que el tema da para largo pero, una vez visto el concepto, dejemos a los académicos la labor de investigación para pasar a mis inexpertas conclusiones...

    Todo este tema de las tribus urbanas me da a mi que no es sino otra excusa para, por un lado, ponerle etiquetas a los demás y, por otro, para poder sentirnos diferentes del resto, de la mayoría. En resumen, que es una auténtica gilipollez. Mal para el que etiqueta a otro y mal para el que se jacta de pertenecer a un “clan” o tribu en concreto. Yo pienso que no es más que un refugio para los débiles (de mente, se entiende) que no tienen las ideas claras y quieren pertenecer a algo a toda costa para no sentirte solo en el mundo (qué tontería).


    El problema de todo esto es que el rollo este de las TU pertenece a nuestra sociedad. Ya forma parte de ella. Antes eran los “guais” y los “pringaos” (que ya me parece mal pero esto da para otras 1000 líneas) pero es que ahora tenemos a: los pijos, los heavys, los góticos, los emos, los poqueros, los anarquistas, los nazis, los frikis, los geeks, los canis, ... una interminable lista de clanes y yo, la verdad, no lo puedo entender (perdón por todos los que me he dejado). ¿Es que no se puede ser normal?. ¿Es que no puedes pertenecer a todo y a nada al mismo tiempo?. Cojones, que hay que tocar todos los palos, hay que ver, leer, conocer de todo. ¡Ojo! que no hay que probarlo todo, ¿eh?, que ya veo a ás de uno embalado corriendo a meterse uno tirillos y como que no.


    El caso es que pensando y pensando (tampoco mucho, no os creáis) me he dado cuanta de que si yo existo, también debo de pertenecer a una tribu, ¿no os parece?. Vamos a ver a quién le mando yo ahora mi solicitud de ingreso...
  • Voy al trabajo de chaqueta y corbata y tengo un montón de camisas “de marca” (yo esto nunca lo he entendido porque todo, aunque sea de Zara, es de marca, pero bueno), voy a una universidad privada y, encima, soy de Madrid. Conclusión: soy un pijo, no cabe ni la menor duda. 
  • La música que me gusta es, en un 90, 05% , rock de los 80 y te las canto de memoria zarandeando la cabeza de arriba a abajo y haciendo como que toco la guitarra. Conclusión: soy un heavy, vamos, clarísimo. 
  • Estoy escribiendo en un blog divagando cada día sobre una cosa más rara y me quedo tan pancho. Conclusión: soy un gafapastas. 
  • Leo cómics a porrillo, veo pelis y series sin parar (de todo tipo), de pequeño pintaba figuritas de Warhammer y me encanta “El señor de los anillos”. Conclusión: soy un friki. 
  • Me encanta todo lo relacionado con la informática. Soy maquero y me encanta estar el día de todas estas cosas. ¡Ah! y sé que hoy es el cumpleaños de Steve Jobs (felicidades, que se que te encanta nuestro blog y gracias por las donaciones). Conclusión: soy un geek y un fanboy. 
  • Mi atuendo habitual es de vaqueros, camiseta y zapatillas. Conclusión: no se, ¿Soy un casual?. 
  • Cuando estoy en casa y para ir a correr llevo camisetas sin manga. O, más bien, camisetas a las que yo mismo les he cortado las mangas. Conclusión: soy un macarra o un cani. 
  • Y podría seguir así hasta el fin de mis días, porque me gustan demasiadas cosas. Conclusión: soy un pesao. 

    Lo que quiero decir con todo esto es que no hay que ser tan cerrado de mente para que no te puedan encasillar como a un borrego. Que es normal que, tal y como están los “uniformes” de los clanes (que normalmente son un atentado contra el buen gusto, se mire por donde se mire) o, en algún caso y con todos mis respetos, los disfraces, es normal que con solo verte te etiqueten, que es lo natural. Pero que, después de cinco minutos, se queden con una idea distinta de ti. 


    A modo de anécdota y finalizando, voy a deciros una cosa que me dijo hace tiempo mi novia (un saludo enorme a todos los ilicitanos) y que me hizo mucha gracia. Le pregunté que qué eran los poqueros, que no paraba de oírselo decir a mis hermanos. Y ella me contestó que son los antiguos macarras que han derivado en orteras para poder salir por la noche y que les dejen entrar en las discotecas. Cada vez que lo pienso me sigo descojonando, pero lo digo un poco para que veáis que el tema tiene algo de ciencia.


    Conclusión final: que a la mierda con las Tribus Urbanas de las narices. Que hay que tener criterio, personalidad e inquietudes. Que no etiquetéis con desprecio o superioridad y, desde luego, no os dejéis etiquetar. Que lo que muchos se creen que es vestir diferente al resto es precisamente ir igual de uniformado que otro. Que las modas son eso, modas, no uniformes que se ajustan exactamente a mi manera de ver el mundo. Y las personas son eso, personas, no ganado vacuno marcado y organizado en rebaños. Y, como dijo William Wallace (o, por lo menos, Mel Gibson): "¡¡¡¡¡¡¡Libertaaaaaaaaaaaaad.........!!!!!!!!"

1 comentario:

  1. Estos pijos intentando excusarse... Jajajajaja! Me ha gustado mucho el post, interesante reflexión.

    ResponderEliminar