Series españolas, hay cosas que nunca cambian.

   Bueno, pues ya está aquí otra vez Javi, el pesado, con más cosas sobre series... Pues no. Porque esta vez no voy a hablar de ninguna serie en concreto, sino del género “Series españolas”. Porque, aunque no os lo creáis, es un género en sí mismo y en toda regla. Vamos a ver, brevemente, por qué.

1.  En la FORMA:

• Vamos a ver, señores productores, cadenas de televisión con productoras propias y demás.¿Es que no tenéis $$$$$$ o, mejor, €€€€€€ para comprar unas buenas cámaras? los cojones que no. ¿Pero cómo podéis ser tan cutres? Son pocas las que tengan una imagen decente, la verdad y, que conste que pongo esto como la primera pega por ser la menos grave de todas.

• Los escenarios: no sé a vosotros pero a mí me matan. No se quién elige los decorados pero debe de ser la misma persona, durante los últimos 10 años, sobre quién recae esta responsabilidad. Alcanzan unas cotas de orterismo difíciles de conseguir a no ser que uno se lo proponga de verdad. Y espero que no se me entienda mal. A ver, el escenario tiene que ser ortera cuando tiene que serlo, cuando pega, es decir, cuando corresponde. Pero es que no dan una, joder. No consiguen que me crea ninguna decoración. Ni de un local, ni de una casa (especialmente), las paredes pintadas de colores criminales ni nada de nada.

• La interpretación: esto sí que tiene pecado. Con la cantidad de actores buenos que hay en este país, por el amos de Dios. Pero ¿por qué se empeñan en meternos en todos lados a los mismos niñatos idiotas y pésimos actores donde, lo siento mucho, Mario Casas es el máximo exponente? Yo no me lo explico. Actores malísimos en series de gran éxito hay muchos, pero principalmete me quejo de dos tipos que se repiten constantemente hasta la saciedad: los niñatos (que ya he analizado) y los críos retrasados. Los críos retrasados me dan mucha pena. Me dan pena, por un lado, pero por otro, yo no los puedo soportar. A ver, no son más que niños pequeños sin ningún tipo de guía interpretativa por parte de la dirección y escogidos no se con qué criterio. El caso es que están por todos lados, en todas las series actuales. Siempre hay una especie de subtrama insufrible que envuelve a estos renacuajos.

• Directores, cámaras, ... : qué música, qué escenas interminables, qué primeros planos tan pésimos, qué mareo con esas cámaras manejadas con pacientes de parkinson o bailarines frustrados. En fin, con esto lo digo todo y no digo nada porque da para una hora de lectura como mínimo. Lo importante es pillar la idea.

2. En el FONDO:

• Guión: centrándonos exclusivamente en los diálogos de los personajes, diré que es de lo peor que he visto (o de lo mejor, según se mire). No hay ni la más mínima intención de tratar de emular la realidad por parte de los guionistas. Me vienen a la memoria varias escenas de Los Hombres de Paco y es que me dan ganas de llorar. Escenas claramente dramáticas en las que los personajes se ponen a hablar de la lista de la compra. Es rarísimo, porque no es gracioso, ni dramático ni, desde luego, real. Entonces...¿qué es?. Yo no lo se, la verdad. En fin, suspenso a los guionistas (unos más bajos que otros).

• La historia: he aquí el quid de la cuestión. Es aquí donde los guionistas de verdad pierden la cabeza del todo y donde realmente hacen género (series españolas S.A). Lo más curioso es que la premisa siempre es buena. No, no, de verdad. Vale, no siempre, pero muchas veces los es. Estoy pensando en las más recientes: Viriato, El Barco, Ángeles y Demonios, ... son cosas frescas, novedosas, historias que aún no habíamos visto: Historia (en principio con rigor), ciencia ficción, fantasía,... Muy bien, hombre. Arriesgado, sí, pero acertado. Ahora bien, ¿Qué pasa?  pues que tienen la Mona Lisa y le pintan un bigote con un rotulador permanente (salvando las distancias), es decir, que tienen una historia muy buena que contar y la manchan con cosas ridículas. ¡Coño! Que ya que lo intentas pon un poquitín de esfuerzo, señor guionista. Pero no, ya me están poniendo a los mismos actores de siempre (niñatos) con sus dramas requetemanidos sin ningún interés en la historia que se cuenta, a los críos pesados que no paran de hacer apariciones chupando cámara de manera incomprensible, catetadas de las de siempre (que a los españoles debe ser que les encanta), estirando tramas hasta el infinito, dejando que el Mcguffin pierda interés y, en definitiva, cometiendo los errores de siempre. Allá ellos pero, pobres de nosotros que les apoyamos con nuestra audiencia (como yo, que me lo trago todo aunque lo desprecie). 

(Como punto positivo a las series españolas tengo que decir que la labor de marketing es envidiable porque son capaces de "colarte" esta mierda este producto tan sumamente mediocre durante 6 años sin que tú pestañees. Es impresionante. Bravo. A veces pienso que han puesto a los espectadores el listón tan bajo que cuando ven una serie de calidad, de las buenas, no la entienden y sienten el impulso irrefrenable de cambiar de canal en busca de Aída por si acaso ha dado un giro argumental inesperado de última hora.)

   Cuéntame cómo pasó , te interese o no, está muy bien interpretada y es de lo mejor que hay en cuanto a la historia y, por supuesto, mi preferida, Patricia Marcos: Desaparecida, que es una serie redonda donde las haya y la recomiendo encarecidamente a cualquiera.

   Y hasta aquí hemos llegado. Las razones que me impulsan a escribir esto son mucho más numerosas, como podréis suponer, pero hay que resumir o, si no, me echan la bronca. Sólo he hablado de las series porque como me meta con los programas... Madre mía! Eso si que da para rato y quizá le dedique otra entrada más adelante. Que la telebasura da para mucho.

   Y, dicho esto, me despido hasta la siguiente entrada. Saludos a todos y ved muchas series para poder ponerla a parir y que así brillen más aquellas que realmente merezcan la pena.